Empresas de Cosméticos Brasileñas se Reinventan para Mantener la Salud Durante la Pandemia

Empresas de Cosméticos Brasileñas se Reinventan para Mantener la Salud Durante la Pandemia

Por Silvia Lourenço
Materia exclusiva in-cosmetics Latin America

En el primer minuto de 2020 las copas de champán bridaron por el inicio del que, al parecer, sería un año muy prometedor para la familia Dios-Chechetto. En su casa de playa en el Estado de Río Grande del Norte, en Brasil, Cris Dios —cosmetóloga y empresaria que está al frente de negocios como la red de salones de belleza Laces and Hair, el e-commerce Slow Beauty y Aveda Brasil— hacía planes con su marido, Itamar Chechetto. “Nuestra empresa recién había abierto dos nuevas unidades, un salón de Laces and Hair en Río de Janeiro y el primer Aveda Brasil en la ciudad de São Paulo, y nuestra expectativa era muy alta, de expansión y crecimiento. Cuando la pandemia comenzó y tuvimos que cerrar las puertas, fue difícil reorganizarlo todo”, nos contó la empresaria durante una trasmisión en vivo en Instagram promovida por in-cosmetics Latin America a inicios de abril.

En los días que sucedieron al impacto inicial de la pandemia, Cris y su equipo, que también producen cosméticos orgánicos para diferentes marcas en una fábrica propia situada en la ciudad de Curitiba, en Brasil, comenzaron a buscar soluciones para que la empresa pudiera seguir activa. La primera providencia que tomaron fue parar completamente la producción y comenzar la fabricación de alcohol en gel, un proyecto que, según la cosmetóloga, fue muy desafiador. Primero por la dificultad en obtener la materia prima, que a esas alturas ya tenía un precio mucho más alto que el normal, y segundo por tener que desarrollar el producto en un tiempo récord, desde producir el envase y el rótulo hasta organizar cómo se pondría el producto en el mercado. En 10 días el alcohol en gel estaba en venta en redes como Droga Raia y Pão de Açúcar.

Una de las principales preocupaciones de Cris Dios es cómo no despedir a algunos de los 270 empleados. Como gran parte de ellos recibe comisiones además del sueldo fijo, la empresa distribuyó alcohol en gel para que los empleados vendieran y tuvieran una renta extra. Además, creó códigos individuales para que los empleados revendan los productos del e-commerce Slow Beauty y reciban comisiones. Cris y su equipo intensificaron el trabajo digital creando promociones en línea como la participación en el “Movimento Estima”, en el que se regala a un profesional del área de la salud el mismo tratamiento que el cliente compra en el sitio de la marca, para cuidarse después de la pandemia. “Aun frente a tantos desafíos tenemos que mantener el equipo animado, estamos aprovechando el momento para hacer cursos de actualización en línea y, en nuestras reuniones semanales, siempre rezamos juntos y conversamos mucho para ayudarnos”, finaliza la empresaria.

Patricia Camargo, paulistana y cofundadora de la empresa Care Natural Beauty, especializada en cosméticos orgánicos y veganos, también compartió con nuestro equipo en vivo por Instagram como se reestructuraron para hacer frente a la crisis: “Nuestra primera providencia fue aplazar para el segundo semestre algunos de nuestros lanzamientos, solo mantuvimos para junio el lanzamiento de un producto que ya estaba listo, cuyos test de eficacia ya estaban finalizados y al que solo faltaba envasar”, cuenta la empresaria.

Care pasó a utilizar la línea de producción en la fábrica para producir alcohol en gel y, a pesar de la previsión de crisis, no despidió a nadie. La empresa no solo mantuvo el equipo completo como además absorbió la demanda de una ONG llamada “Orienta Vida” que trabaja con 500 artesanas. Care le compra a la ONG los tapabocas de tela para ofrecer a sus clientes, ayudando así a las artesanas.

La estrategia de las dos fundadoras de la empresa, Patricia y Luciana Navarro, fue reinvertir todo el dinero que se destinaría a la apertura de locales físicos en el trabajo digital. Durante la transmisión en vivo por Instagram Patricia nos contó que lo que les ayudó a las empresarias a mantener la calma para crear nuevas estrategias fue haber participado en el Programa de Aceleración de Sephora en el año pasado. Una de las grandes lecciones que aprendieron en el programa fue la de planificar muy bien los próximos pasos de la empresa. Un mes después de haber conversado por Instagram, nuestro equipo contactó a Care para saber si las estrategias habían funcionado: “Estamos muy felices, en marzo tuvimos una ligera caída, pero en abril, durante la pandemia, logramos crecer un 30 %, algo que no podríamos ni siquiera imaginar cuando todo esto comenzó”, celebra Patricia.

Desde la ciudad de Florianópolis, directamente del distanciamiento social forzado, la empresaria Patrícia Lima, fundadora de la marca Simple Organic, fue la primera a dar una entrevista a in-cosmetics Latin America, cuando el comercio recién había cerrado. Ya en los primeros días la empresaria enfrentó algunos desafíos como negociar plazos y pagos con los proveedores. “Tenemos 20 tiendas en todo Brasil, la mayoría de ellas franquicias, y tuvimos que cerrarlas todas. Los clientes de venta al por mayor anularon los pedidos o aplazaron los pagos. Una empresa pequeña no tiene flujo de fondos, uno trabaja hoy para pagar mañana, entonces, en el momento en que sus canales de ventas paran, hay que renegociar con el proveedor”, explicó la empresaria.

Pese al susto inicial, Patrícia logró moverse rápidamente y anticipó un proyecto de expansión de ventas que solo empezaría en el segundo semestre: abrió inscripciones para que las clientas de la marca se hicieran revendedoras de los productos por Internet, con una comisión del 10 %. En un único día la marca tuvo más de 700 inscritos. Los productos vendidos están saliendo de las tiendas, dando salida al stock que quedaría parado.

Sobre la compra de materia prima para continuar la producción, Patrícia explicó que Simple Organic hizo un stock muy grande a lo largo del año pasado, pues esperaba el crecimiento de la marca en este año. Con la pandemia, paralizaron la producción y solo mantuvieron el lanzamiento con una materia prima que se utilizará en un producto muy innovador. Los demás lanzamientos están aplazados hasta cuando mejore la situación.

La empresaria Júlia Alcântara habló con nosotros desde una hacienda en Idaho, en los Estados Unidos, donde está aislada durante la pandemia. Ella les contó a los seguidores de in-cosmetics Latin America cómo su marca de cosméticos, Orna Fórmula, y todos los negocio del grupo Orna —que incluyen una marca de accesorios, un café en la ciudad de Curitiba y una escuela de branding— están lidiando con la pandemia.

Júlia, que con sus hermanas Bárbara y Débora eran influenciadoras en Internet antes de volverse empresarias, también compartió con nuestro público consejos importantes sobre construcción de marcas en las redes sociales, relación de las marcas con las influenciadoras de belleza, la importancia de la presencia digital, entre otros asuntos de extrema relevancia para los empresarios del sector. “No tengo dudas de que las marcas que ya tenían un buen trabajo digital lograron una ventaja competitiva en esta pandemia, pero siempre hay tiempo para que las empresas se reorganicen y crezcan en este campo”, orientó la empresaria.

Hacemos transmisiones en vivo todas las semanas en la página de in-cosmetics Latin America en Instagram. Síganos en @incoslatam.

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