Otro episodio de la serie de protestas que se han presentado recientemente en Brasil, tuvo lugar esta vez bajo la forma de ataque a las instalaciones del Instituto Royal en São Roque (a cerca de 60 km de distancia de São Paulo). Los participantes justificaron el acto como repudio al presunto maltrato a los animales utilizados en el laboratorio. El desarrollo de los hechos es conocido: los activistas liberaron inicialmente a 200 perros Beagle y con la misma audacia, semanas después volvieron para libertar a otros 300 ratones. El laboratorio se eximio de los abusos y probó que sus actividades están de acuerdo con regulaciones existentes, cumpliendo con los requerimientos de los órganos administrativos y de control sanitarios y de experimentación en animales.
De manera violenta e ilegal la sociedad brasileña manifestó su repudió al uso de animales en pruebas de laboratorio. Para estos activistas parece no tener ninguna importancia si la experimentación animal es esencial para el desarrollo de fármacos para los cuales no existen aún métodos alternativos que se puedan utilizar. Por más avanzada que sea la tecnología de punta de los métodos alternativos, en todo el mundo, la ciencia todavía tiene limitaciones para proclamar que los métodos alternativos son capaces de sustituir completamente a las pruebas en animales con un 100% de correlación.
La Sociedad Brasileña de Métodos Alternativos para la Experimentación en Animales (SBMAlt) se manifestó a través de su presidente, Jadir Nunes, quien dijo que “el desafío de mantener al mínimo o incluso eliminar el uso de animales en algunas ramas de la investigación científica se lanzó a la ciencia, bajo un contexto de bienvenida de un creciente debate y reflexión.” Su declaración cita las limitaciones de los distintos tipos de métodos alternativos, razonando que “sin embargo, la contribución de la tecnología ha mejorado los métodos sustitutivos para hacerlos más eficientes, seguros y asequibles, contribuyendo para reducir al mínimo el uso de animales.”
La revista Cosmetics & Toiletries Brasil, en su edición Nov/Dic 2013, tras el artículo “Pruebas toxicológicas alternativas a las pruebas en animales” de Maria Ines Harris, en que se discuten métodos alternativos disponibles a la experimentación en animales, destacando las razones, bajo la opinión de la autora, “que apoya la prohibición de la mayoría de las pruebas, que son injustificadas a la luz de la actual evolución tecnológica.”
La autora justifica el uso de métodos alternativos diciendo que “los experimentos con animales no pueden considerarse perfectos: por el contrario, se sabe no hay una correlación 100%.” En el artículo son citados varios métodos alternativos disponibles. Varios de estos, sin embargo, todavía hacen uso de partes de seres vivos (piel de extracto quirúrgico y parte de animales procedentes de mataderos).
Aún así, las presiones para la adopción de métodos alternativos a la experimentación con animales se intensifica. Prueba de esto es la reciente decisión de la China Food and Drug Administration (CFDA) para derogar la exigencia de pruebas en animales para evaluar la seguridad de productos cosméticos fabricados en el país.
Al parecer, nos encontramos en un punto muerto. Si por un lado todavía hay limitaciones científicas y económicas para prohibir la experimentación con animales, por otro lado, está la postura de quien defiende el fin de las pruebas con animales.
Los avances científicos y las limitaciones de los métodos con animales y los alternativos deben ser proclamados intensamente para que el público pueda actuar con más racionalidad.
Hamilton dos Santos es editor de la revista Cosmetics & Toiletries Brasil
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